El lobo, disfrazado de abuela, llamó a Caperucita desde la cama. La niña avanzó con una sonrisa; en la canasta llevaba frutas y golosinas, pero en el fondo, oculto, guardaba un cuchillo. La descarada bestia no lo sabía, como tampoco que la abuela ya hacía un mes que se había muerto.
Cuento publicado en http://quimicamenteimpuro.blogspot.com/
Me gusta.
ResponderBorrarJa ja creativa versión
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