“...yo soy el invisible
anillo que sujeta
el mundo de la forma
al mundo de la idea.
Yo, en fin, soy ese espíritu
desconocida esencia,
perfume misterioso
de que es vaso el poeta”
Gustavo Adolfo Becker
sábado, 20 de septiembre de 2014
Culpa
Se dice que los delincuentes siempre regresan a la escena del crimen. Pero en este caso sucedía todo lo contrario porque, siempre que se enfrentaba con un espejo, el asesino veía reflejada —con persistencia ponzoñosa—la cara de su víctima.
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