Lo veo pasar todas las tardes, las manos en los bolsillos y el gesto ausente. Camina por las calles de mi barrio, medio encorvado, como si la vida le pesara sobre los hombros. Envuelto en un escudo de penumbra, desanda una y otra vez ese recorrido reiterado.
Tal vez regrese del trabajo, de un trabajo lúgubre, tan lúgubre como su mirada. Retorna a su casa, que se me hace un lugar silencioso, de paredes solitarias, donde mueren los ecos de todas las conversaciones cotidianas. Allí, seguramente, esperará a la mañana. A otra mañana igual a las que ya pasaron, hecha de madrugadas frías, galleta, un jarro de café melosamente endulzado y recuerdos de sabor amargo. Recuerdos de la mujer que se le fue un día, cansada de vivir entre los cacharros mugrientos del cuartucho de un hotel sin estrellas ni cielo despejado.
El hombre gris ya es parte de la calle, sólo una sombra que marca la hora. Tal vez por eso nadie lo advierte y ni siquiera le ladran los perros. Quizás la única que lo ve soy yo: todas las tardes, las manos en los bolsillos, el gesto ausente.
publicado en http://brevesnotanbreves.blogspot.com
Un cuento triste, reflejo de las hitorias mudas de los hombres ausentes.
ResponderBorrarCuántos seremos así sin darnos cuenta... O nos damos cuenta? Muy bien escrito
ResponderBorrarCoincido con los comentarios que me anteceden, María.Bien escrito y triste, pero mi desaforado optimismo me hace creer que el hombre gris cuando llega a su casa se ilumina; quizás invente historias donde es protagonista de una vida placentera, escribe como nosotros y parafraseando a Ogui/ Héctor, a lo mejor es menos gris de lo que aparenta. Y se da cuenta.
ResponderBorrarGracias amigos, por los comentarios, me alegro mucho que les haya gustado.
ResponderBorrarMi profesora de narrativa del taller de la USAL, (el cuento nació de un ejercicio de ese taller), opina que el narrador proyecta, en ese personaje solitario, sentimientos propios. La anécdota es que, para variar,yo me había ido de la consigna, inspirada en una ilustración: pero la historia se me escribió sola y me gustó mucho el resultado. Lo voy a subir a los blogs, creo que entra en QI, pero quise estrenarlo en mi blog.
Muy bueno! Es verdad, hay muchos hombres grises por las calles.
ResponderBorrarYo creo que deben de tener grandes historias para contarnos entre las cuatro paredes solitarias.
Saludos.