lunes, 22 de febrero de 2010

El galán




Después de un breve matrimonio, que a él le pareció que había durado milenios, logró separarse de su mujer. Fue un divorcio muy duro: debió darle varias trompadas y puntapiés en los tobillos, para que su esposa entendiera que el amor entre ellos había terminado.
De nuevo soltero, se dispuso a disfrutar su bien ganada independencia. Trasnochadas, ir de copas con los amigos y ver todo el fútbol que se le ocurriera a la hora que se le daba la gana fueron su primer y disfrutado logro. Después, salió a la caza de damiselas, pero descubrió que las de veinte ya le llamaban abuelo.
Cuando su departamento ya se parecía más a una covacha que a una vivienda decente, decidió buscar a una señorita casadera, que supiera hacer todas las tareas domésticas y fuera una excelente amante. Logró encontrar a algunas que llenaban esos requisitos, pero tenían hijos ruidosos o directamente lo miraban con lástima.
Pero fue cuando resolvió bajar el nivel de exigencia, que encontró a la mujer perfecta. La ve de vez en cuando y a escondidas, porque el nuevo marido de su antigua esposa es muy celoso.
(fotografía: escena de la película "La dolce vita")

domingo, 7 de febrero de 2010

Hambruna







No fue nuestra culpa. Estábamos famélicos. Por eso, comenzamos a devorar todo lo que encontrábamos a nuestro paso. Nuestros bocados favoritos eran los viejos, los niños y todo aquel que fuera poco ágil para buscar un rápido refugio. Ahítos, complacidos, recorríamos las calles como grandes señores, exhibiendo aquellos merecidos trofeos: brazos, piernas y alguno que otro miembro pequeño de olor excitante. Los humanos son ingeniosos, pronto recurrieron a las prótesis. Nos llevamos más de un chasco con las piernas ortopédicas. Afortunadamente, algunos lucían su flamante pata de palo. Es bueno afilar los dientes en la madera, mientras uno escucha los chillidos del portador de semejante preciosura. La única forma de callarlo era arrancarle la otra pierna, o, mejor aún, la cabeza. Como lo bueno dura poco, nos quedamos sin provisiones.

Pero… no me mires con esa cara, ¿no tendrás algo para darme de comer?


publicado en el blog: http://quimicamenteimpuro.blogspot.com/