martes, 29 de mayo de 2012

Cuando los escritores se divierten.


Cuando los escritores se divierten, escriben "cadáveres exquisitos" (cuentos creado por varias manos).
Una muestra del buen resultado del trabajo en equipo, en el que yo también metí mis manotas, es el cuento:
Fantasmas del pasado, escrito por José Luis Velarde, Eduardo Poggi, Esteban Moscarda, Sergio Gaut vel Hartman y por mí.

"Miró la casa, distante unos cincuenta metros, aunque en medio de aquella tenue luz rojiza resultaba arduo apreciar tamaños y dimensiones. La casa parecía construida sobre una plataforma horizontal de mármol negro, ubicada cerca de la cresta de un farallón de piedra caliza. El atardecer menguante añadía tonalidades fantasmagóricas a la perspectiva del hombre fatigado; aunque no dejaba de caminar, la distancia permanecía invariable. Tanto esfuerzo inútil sin permitirme reposo, pensó. Debía llegar antes del oscurecer. Transpiraba pesar del frío húmedo del otoño. Ya casi llegaba: podía oler el aire del mar, presentir el sonido de las olas. Acicateado por sonidos y murmullos, hizo un último esfuerzo por apresurar el paso. No quería enfrentar de noche lo que se escondía en las entrañas de la casa..."

Pueden leer el texto completo en el blog Breves no tan breves,

http://brevesnotanbreves.blogspot.com.ar/2012/05/fantasmas-del-pasado-maria-del-pilar.html

lunes, 14 de mayo de 2012

Minicuentos...





Ayuda inesperada
Ante el vacío de la página en blanco, el escritor se dijo
"Más vale mouse en mano, que cien ideas sueltas volando".

Confusión
  Cuando llegó al centro del laberinto, el Minotauro ya no estaba allí. Recién entonces, Monterroso comprendió que se había equivocado de cuento.

Ráfagas
   Pensaba tan rápido, que las palabras corrían por la mesa y por las paredes, para ocultarse en los rincones, antes de que pudiera escribirlas.

Testigo
Desorden, destrozos y un oscuro abandono. El único testigo es un espejo roto, que repite en sus fragmentos, imágenes truncas de un cuerpo ensangrentado.