viernes, 26 de septiembre de 2014

Explicaciones




Que si me nace una sonrisa,

sin un motivo aparente,

que el café está muy frío.

que se me arruga la frente,

que si a la vuelta de la esquina

agitan bombos y platillos

trasnochados murgueros

sin plata en los bolsillos!…


No me pienses distraída,

ni me imagines ausente

El amor no siempre se traduce

en expresiones decentes.

Si necesitas palabras

para saber que te quiero,

no encontrarás las correctas

si me criticas primero




jueves, 25 de septiembre de 2014

Sobrevivientes




Al principio, el temporal fue tomado por un evento meteorológico más, se recurrió a las medidas de rutina y tratamos de retornar a la normalidad. Pero solo había sido el primer anuncio: cuarenta y ocho horas después el tornado azotó la ciudad. Cientos de vidrios estallaron, cayeron árboles y, cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos contando muertos. Los equipos de rescate no se daban abasto para auxiliar a los sobrevivientes.
 La reparación de los daños se convirtió en una tarea lenta e ingrata: hubo personas que pudieron albergarse con familiares o amigos, en los barrios suburbanos o en los poblados vecinos. Pero muchos se resistían a abandonar sus semiderruidas moradas, a pesar de la insistencia por parte de la gente de Defensa Civil en que buscaran lugares más seguros. En medio de esa desorganización, cientos de individuos desorientados y en estado de shock vagaban por las calles.
 La tercera vez el peligro no vino del cielo. Cuando la tierra tembló, el caos fue completo: lo que nos afectaba era un terremoto que tenía su epicentro en el río. Los pulsos se repetían a espacios irregulares y duraban entre 59 y 90 segundos; la intensidad crecía y decrecía desde el 6.1 hasta el 7 en la escala de Richter.
 El saberlo fue suficiente para mí, comprendí que tenía que huir de la ciudad. Fui afortunado, el terror había paralizado a la mayoría y aunque con dificultad, aún se podía transitar por las calles. Cargué una mochila liviana, con lo indispensable, y elegí alejarme en mi motocicleta; en caso de enfrentar a algún derrumbe, podría escurrirme más fácilmente. Por supuesto, cada vez que se repetían los temblores tenía que detenerme.
 Recién me sentí más seguro cuando crucé la ruta para alejarme de la zona urbana. Desde el puente al que había subido pude divisar a una caravana de gente que se acercaba, cada vez más, hacia donde me encontraba. Cuando ya estaban demasiado cerca, decidí tomar una prudente distancia y seguí mi camino. Ellos, como yo, avanzaban atrás, ellos, como yo, buscando sobrevivir, marchaban sin detenerse.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Culpa




Se dice que los delincuentes siempre regresan a la escena del crimen. Pero en este caso sucedía todo lo contrario porque, siempre que se enfrentaba con un espejo, el asesino veía reflejada —con persistencia ponzoñosa—la cara de su víctima.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Presentación del libro Letras del Face 7

Tengo el agrado de anunciarles la presentación del libro Letras del Face 7,  antología en la ha sido incluído mi cuento "Un hombre honesto".












En un ambiente muy cordial y lleno de emoción, el pasado sábado 13 de Septiembre, se hizo la presentación de la Antología Letras del Face 7, antología que incluye cuentos, narraciones y poemas. Me permito citar las palabras con las que el antólogo Francisco Martín Campoy cerró su prólogo: "La era digital impone el predominio de la vista, y en ciertos casos del oído, por sobre los sentidos del tacto y el olfato. Es posible que con el paso del tiempo, futuras generaciones hagan de la lectura en pantalla un hábito generalizado. Pero no puede compararse con la sensación de pertenencia que otorga el libro impreso, sentirse dueño, poder tocarlo y olerlo, trasladarlo, guardarlo. Ver una obra pasmada, con vida. Es frente a esta postura donde lo digital es lo efímero y el libro la eternidad."