lunes, 16 de septiembre de 2013

Palabras atrapadas en servilletas de papel robadas de un bar



Para las palabras rebeldes, caprichosas, que aparecen y se escapan, como los duendes, los trasgos y los espíritus efímeros, son buenas las servilletas de papel. Esas servilletas que, en las mesas del bar, aguardan una boca ávida, que deje en ellas su marca. Pero nosotros sabemos que  también  están ahí   para que podamos capturar  palabras tiernas como croissants recién salidas del horno. Por eso, cuando las palabras esquivas llegan por fin, no podemos evitarlo; la pulsión es más fuerte: las atrapamos. Junto a ellas, llegan apresurados  pensamientos y sueños fugaces. Pagamos nuestro café y nos alejamos felices, la servilleta guardada en un bolsillo o en la cartera: porque la consigna es seguir escribiendo, seguir viviendo un poco, un poquito más cada día en esas palabras, atrapadas en las servilletas de papel robadas de un bar.


viernes, 13 de septiembre de 2013

Instrucciones post apocalípticas para corroborar la supervivencia


Tome un cuchillo bien filoso y hágase un leve corte en el brazo. Si mana sangre y experimenta dolor es porque aún está vivo. Desinféctese la herida y véndese bien. Si persisten sus dudas, usando un encendedor, vela o fósforo encendidos, acérquelos al otro brazo. Deberá notar un agudo ardor. En ese caso, aplíquese una pomada para quemaduras.

Si todo lo anterior no lo ha convencido de que usted no es un zombi, vaya al galpón o donde se le ocurra guardar las herramientas y busque un serrucho, apóyelo en el cuello y mueva la herramienta con firmeza hasta que logre separar la cabeza del resto del cuerpo. Después de eso, finalizarán todas sus incertidumbres y demás conflictos existenciales.





Cuento originalmente publicado en el blog Químicamente impuro, http://quimicamenteimpuro.blogspot.com.ar/

Publicado en el número 4° de la  Revista hispanoamericana de ficción breve,Fix100,   http://www.cpecperu.org/docs/cpec/pdf/Fix100_4.pdf