jueves, 23 de diciembre de 2010

Microrrelato de un microrrelato



Los cuentos breves nacen al amanecer. Están hechos de jirones de sueños y pensamientos extraviados. Son como breves telarañas que el sol de la mañana diluye y que tenemos que capturar para que no se escapen. Y crecen, cambian, se modelan y se transforman en bellas criaturas o en figuras siniestras.
Hoy atrapé uno, que se convirtió en mariposa. Una mariposa que me hace cosquillas en las manos. Y de mis manos vuela al teclado y se instala, muy oronda, en un jardín soleado.


publicado en el blog http://quimicamenteimpuro.blogspot.com/

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